GENTE CON ALMA VS. HUMANOS PROGRAMADOS 

No todas las personas tienen alma. Y esto es algo que, aunque a algunos les resulte difícil de aceptar, es una realidad que ha existido desde siempre. En el mundo actual, no todos los individuos son conscientes, no todos tienen chispa divina ni la capacidad de evolucionar espiritualmente. Algunos simplemente están aquí cumpliendo un rol, repitiendo patrones sin cambio alguno, como si fueran personajes programados en una simulación.

QUÉ SIGNIFICA NO TENER ALMA?

Tener alma significa poseer una conciencia propia, una conexión con el campo energético universal, la capacidad de evolución y autoanálisis. Una persona con alma puede experimentar desarrollo, cambios profundos y expansión en su realidad.

Por otro lado, existen individuos cuya estructura energética es estática. No aprenden, no evolucionan, solo repiten una y otra vez los mismos comportamientos, las mismas quejas, los mismos patrones. Estos son los llamados humanos programados o entidades sin chispa divina.

Se reconocen porque:

No tienen pensamiento crítico ni cuestionan su existencia.  

Repiten ciclos destructivos sin aprender nada de ellos.  

No generan verdadera creatividad ni innovación en su vida.  

Solo reaccionan a su entorno, en lugar de crearlo conscientemente.  

No poseen una energía expansiva, sino que drenan la de los demás.  

 

⚠️ CÓMO IDENTIFICAR A UN HUMANO PROGRAMADO

Muchas veces, estas personas se camuflan bien. Pero hay ciertos signos que los delatan:

🔹 Viven en estado de víctima eterno: Nunca es su culpa, siempre hay alguien o algo a quien culpar.

🔹 No logran cambiar su vida aunque tengan las herramientas: Siempre buscan que otro haga el trabajo por ellos.

🔹 Carecen de una verdadera búsqueda espiritual: Pueden creer en algo, pero no aplican ningún conocimiento en su vida.

🔹 Son incapaces de ver más allá de lo inmediato: Su percepción de la realidad es limitada y completamente materialista.

🔹 Drenan la energía de los demás sin aportar nada a cambio: Se acercan a personas con alma solo para obtener su energía y luego desaparecen cuando ya no pueden sacar más.

🔹 Repiten los mismos patrones relacionales una y otra vez: Relaciones tóxicas, trabajos frustrantes, carencias económicas, etc. Su vida es un ciclo sin evolución real.

 

POR QUÉ IMPORTA SABER ESTO?

Porque las personas con alma crean su propia realidad y pueden manifestar, modificar y transformar su entorno. Pero los humanos programados son un lastre energético. No pueden hacer nada por sí mismos y, peor aún, pueden sabotear la realidad de quienes sí tienen el poder de manifestación.

Si sos una persona con alma y tenés cerca a estos individuos:

Cuidá tu energía.

No intentes salvarlos. No se puede ayudar a alguien que no tiene la capacidad de evolucionar.  

No les des acceso a tu poder de manifestación. Pueden intentar apropiarse de tu energía para obtener resultados que jamás sostendrán por sí mismos.  

Reconocé quién merece estar en tu círculo. No todos tienen derecho a compartir tu vibración.  

 

LOS RITUALES FUNCIONAN PARA TODOS DE IGUAL MANERA?

NO. Y este es el punto clave. No todos pueden modificar su realidad porque no todos tienen un alma capaz de sostener la energía del cambio. Si una persona vive en un loop de negatividad, victimismo y falta de conciencia, los rituales de manifestación no van a funcionar porque su propia energía bloquea el resultado.

Los rituales son herramientas para quienes tienen un campo energético lo suficientemente desarrollado para sostener una transformación. Para quienes no lo tienen, es como darle un libro a alguien que no sabe leer: no lo va a entender ni aplicar.

Por eso, si sentís que no estás viendo resultados en tu vida, lo primero que tenés que preguntarte es: estoy alineando mi energía con el cambio que quiero?

 

SÉ CONSCIENTE DE QUIÉN SOS Y QUIÉN TENÉS CERCA

Si sos una persona con alma, con capacidad de evolución, con intención de manifestar, tené en cuenta que no todos los que te rodean pueden hacer lo mismo. Algunos están programados para no avanzar. Otros están aquí solo para absorber la energía de quienes sí pueden. Y es tu trabajo reconocerlos y alejarlos.

No todos los humanos son iguales. Y no todos tienen acceso al poder de cambiar su realidad.

Elegí bien con quién compartís tu energía.